La guía está redactada en segunda persona para hablar directamente a la víctima y está dirigida a los militares que presenten servicio en las unidades del Ministerio, de los Ejércitos o de los organismos autónomos dependientes de Defensa, así como a los reservistas activados y a los alumnos de centros docentes militares de formación.
Desde la primera página, en la guía se deja claro que las situaciones de acoso se pueden producir cuando la conducta la realiza un superior o alguien que puede adoptar decisiones sobre la situación personal o profesional de la víctima o por cualquier persona incluso aunque no tenga mando sobre ésta.
Uno de los primeros consejos que Defensa da a las víctimas de acoso es que no duden en denunciar, ya sea ante la autoridad disciplinaria como por la vía penal, además de que no toleren "ninguna conducta que pueda degenerar en acoso" ni se sientan "culpables".
Una de las novedades que aporta este documento es que si el mando en cuestión opta por abrir una información reservada tras conocer la denuncia, deberá designar para ello a "un militar ajeno al destino de los implicados que deberá ser de superior empleo o del mismo empleo con una antigüedad que deberá ser de al menos cuatro años respecto de los implicados".