La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha asegurado este viernes que calificar de escrache el "hostigamiento" a su familia es "blanquear el acoso". En una entrevista en Radio Nacional, Montero, ha afirmado que este "hostigamiento" basado en el "odio" por motivos políticos "excede la crítica".
"Plantear lo que está haciendo la extrema derecha e intentar blanquearlo con palabras como escrache, que es una forma de protesta legítima, es un flaco favor a nuestra democracia", ha manifestado Montero, que se vio obligada a interrumpir sus vacaciones en Asturias junto a su familiadebido a este acoso.
Montero se refería así a unas palabras de la ministra de Justicia, Margarita Robles, que aseguró que condena todo tipo de "escraches", y que "son malos, los hagan quien los hagan". Sin citar al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, la ministra indicó que no comparte la opinión de "algunos" que dicen que son "jarabe democrático cuando se hacen a unos" y que cuando se hacen a otros "no están bien". En 2013, Iglesias justificó en un canal de televisión los escraches contra las "élites" porque eran "jarabe democrático".
La titular de la cartera de Igualdad ha reconocido que cualquier persona que esté dedicada en lo público, "está expuesta a la crítica, aunque sea desagradable", pero ha indicado que lo que sufre su familia "excede de esa crítica desagradable" y que su "objetivo" es "tumbar este Gobierno y hacer que caiga la presencia de Unidas Podemos en él".
En este sentido, Montero ha asegurado que no les van a distraer de su tarea y ha manifestado que cree que estos ataques están orquestados por la extrema derecha "con la idea de que todo vale". "Creo que eso es algo que es un problema político de nuestro país y los demócratas van a reaccionar frente a esto", ha valorado.
Acoso diario
Montero ha recordado que hay medios de comunicación "afines" a la extrema derecha que "aún tienen publicada la dirección exacta de nuestra vivienda", donde se producen protestas casi a diario desde hace más de tres meses en las que se profieren insultos a los dirigentes políticos. Así, ha solicitado el respeto a "las normas de la democracia y nos respetemos los unos a los otros y no convirtamos el acoso en una forma de combatir al adversario político".
Por su parte, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, aseguró el pasado martes en sus redes sociales que "no hay derecho a que mis hijos tengan sufrir las consecuencias del compromiso y las tareas políticas de sus padres"
En la misma línea en la que se ha expresado este viernes Montero, Iglesias aseguraba que "lo que hace a nuestra familia la extrema derecha y ciertos medios es grave. Su odio y sus amenazas no frenarán nuestro trabajo. El ejemplo de la gente corriente, honesta y valiente que no tiene miedo al fascismo, es para nosotros la mayor motivación para continuar".