Esta operación contra la presunta corrupción de Convergencia, es para el Govern, una respuesta al procés. "Existe una operación contra Cataluña para intoxicar y para ensuciar la honorabilidad de destacados políticos catalanes", afirma Neus Munté.
Una relación, que el ministro del Interior niega: "No es una decisión de tipo político, es una decisión judicial". Pero la tensión entre Cataluña y el Estado central ha aumentado en los últimos días y la vicepresidenta pide al Govern que frene: "Que rectifiquen y que impere el sentido común, no conviene la radicalidad".
La respuesta del Gobierno a los avances soberanistas se endurece, algo que Junts pel Sí, quiere que la vicepresidenta explique en el Parlament; ella lo descarta, mientras el Gobierno, deja abierta la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución. Eso implicaría quitarle las competencias, una medida para situaciones extremas que nunca se ha usado.