El Gobierno de Navarra ha limitado las reuniones privadas a la unidad de convivencia, medida que estará vigente, en principio, hasta el 4 de noviembre, con excepciones para personas que vivan solas y dependientes, menores, y parejas que viven en domicilios diferentes.
El anuncio lo ha realizado en rueda de prensa el vicepresidente del Gobierno Foral, Javier Remírez, quien ha comparecido acompañado por la consejera de Salud, Santos Indurain, tras un fin de semana en el que Navarra ha llegado a registrar un récord en las cifras de positivos al contabilizar el sábado 698. El total de positivos del domingo fue de 500 y la tasa de positividad del 15,8 %.
Además, Navarra mantiene entre las 23:00 y las 6:00 horas el toque de queda que ha sido establecido en el decreto del estado de alarma ante la evolución de la pandemia y restringe las reuniones en los espacios privados a las personas que conviven habitualmente.
Tras recordar las medidas tomadas con antelación como el confinamiento perimetral de Navarra, el cierre de la hostelería y la restauración o la limitación a 6 personas en reuniones en espacios públicos y la recomendación de no superar la cifra en los privados, la consejera ha asegurado la motivación sanitaria que subyace tras ellas y la necesidad de aplicarlas de "forma inmediata".
"No hay una solución única sino un suma de acciones ante un numero de contagios muy elevado", ha señalado la consejera, para quien hay que rebajar las cifras "sí o sí", porque los alrededor de 500 contagios diarios de los últimos días "reflejan una e tendencia que no es buena" y de ahí estas nuevas medidas mientras se mantiene la "apuesta clara" por los testeos y rastreos.
Según Induráin, el sistema sanitario navarro "ya está sufriendo los altos niveles de contagios" ocurrido en semanas anteriores, con 401 personas hospitalizadas en la actualidad, 50 de las en UCI, unas cifras que "hablan por sí solas".
Y al respecto ha subrayado que "el alto volumen de ingresos diarios empieza a no ser compensado" con las altas, debido también en parte a la gravedad de los enfermos y el mayor periodo de hospitalización, a lo que ha sumado los 25 fallecidos por covid en Navarra la semana pasada.
Por eso, ha precisado, "la clave está en controlar el crecimiento de los contagios" y para ello "se impone tomar también medidas también en el propio sistema sanitario" mediante la adaptación de sus planes de contingencia y la exploración al máxima de todas las opciones que hay así como del personal disponible.
Sin embargo ha reconocido que es "difícil no tener que desprogramar ya cierta actividad de cirugía no urgente" para atender las necesidades de la covid, y además se prepara la apertura de nuevos espacios y se ha reforzado la hospitalización a domicilio, que atiende ya a 70 pacientes.
Además se trabajan fórmulas para abrir de forma sectorializada los centros de salud desde este fin de semana y así facilitar el acceso a la población y el seguimiento de casos. "Se trata de anteponer el interés común, de solidaridad intergeneracional para proteger a los más vulnerables, de implicación y colaboración" para favorecer la eficacia de las medidas puestas en marchas y evitar tener que tomar otras, ha indicado.
Por último ha destacado que en los malos datos que arroja Navarra influyen factores como "una alta incidencia de partida", la climatología o la interrelación social, y "probablemente el tiempo nos dirá otros que en este momento no conocemos".