El PP se afana en intentar enterrar la polémica sobre su división interna tras las opiniones por el expediente informativo abierto a Rita Barberá y el resto de los implicados en la operación Taula.
Los populares han reaccionado a la imagen de un Rajoy descolgado de su propio partido respecto a Rita Barberá, aclarando que el expediente se le abrió antes de que el presidente hablara, y que por supuesto contaba con su visto bueno. "Un expediente de esta naturaleza es imposible hacerlo sin la instancia del presidente del partido y la secretaria general", ha afirmado Martínez Maíllo.
Antes de enterarse de esa decisión, la propia Rita Barberá le escribió desde el Senado a Maíllo un SMS pidiendo el apoyo del partido en el que además, critica a la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig. "Esto le puede pasar a cualquiera", añade la exalcaldesa.
Según fuentes del PP, el propio Maíllo respondió a ese SMS con una llamada en la que le comunicó que iba a ser expedientada, algo que Barberá se tomó con gran enfado.
Quienes más discrepaban en público con Mariano Rajoy, ahora prefieren pasar de puntillas sobre la polémica y se limitan a felicitarse por la medida adoptada. Dos ejemplos son Pablo Casado y Javier Maroto, a los que las explicaciones les parecieron insuficientes.