Pablo iglesias matiza: "La dispersión es una excepción que de alguna manera perjudica a las familias. Quien es condenado por un delito es condenado individualmente, no sé si es razonable condenar a sus familias".

Es su explicación sobre unas declaraciones en una revista inglesa, en las que asegura que todavía quedan entre 400 y 500 etarras dispersos en cárceles. Y a continuación asegura: Es un problema político trágico: "Que el problema vasco es un problema político trágico para los españoles bien los saben las víctimas de ETA".

Igesias asegura que sus palabras se han sacado de contexto, que se refería al conflicto vasco en su conjunto, pero insiste: "Las medidas de excepción se podrían revisar".

Para el ministro del Interior, Iglesias es el vocero de la izquierda abertzale: "A Iglesias le preocupan más los verdugos que las víctimas. Todavía espero que exija a ETA la disolución y que tenga una palabra compasiva hacia las víctimas". Por su parte, Rosa Díez asegura que Iglesias ha hecho propio el discurso de la izquierda abertzale. y que la dispersión de presos terminará si se disuelve la banda.