La presidenta en funciones no se cansa de repetirlo: "Necesitamos un Gobierno cuanto antes. El tacticismo y las estrategias de los partidos no pueden estar por delante de los intereses de los andaluces".

Pero el tacticismo manda y el campo de batalla es el calendario que arranca hoy con un proceso que lo mediatiza todo. José Antonio Viera es el primer aforado que declara en el Supremo. En los próximos días le seguirán Griñán, Chaves y Zarrías, que pasa por el Alto Tribunal justo el día que se constituye el Parlamento Andaluz.

Con la cámara lista el calendario se acelerará y entrará en un momento decisivo. El día 21 cierra la ronda de declaraciones y el juez debe empezar a decidir qué hace con los imputados, si archiva la causa o les procesa, una decisión vital para el devenir político andaluz.

Aunque de ellos depende la investidura, sólo les cortarán la cabeza en un caso. "Si se abre un juicio oral vamos a hacer lo que dijimos desde el principio", explicaba Cesar Luena. El problema es que el Supremo no tiene plazo ni prisa, todo lo contrario que el PSOE andaluz.

El 30 es el día límite para celebrar el debate de investidura. En esa primera votación está claro que no habrá fumata blanca...se requiere mayoría absoluta y Díaz no la tendrá, pero en el debate siguiente necesitaría una mayoría simple que sólo puede obtener con la abstención de Ciudadanos o Podemos, que quieren la caida de los imputados.

Para el segundo debate hay plazo de dos meses, tampoco se sabe si entonces se habrá despejado la incógnita judicial Chaves-Griñán.