Llegó el día tantas veces mencionado en Murcia: la declaración ante el juez de su actual presidente.
Pedro Antonio Sánchez entraba como investigado en el Tribunal Superior de Murcia, donde le esperaba la plataforma Anticorrupción con una pancarta: "Fuera corruptos".
Sánchez le ha respondido al juez que no recuerda muchas cosas, que el sólo se dedicó al plano político como alcalde de Puerto Lumbreras, y no a lo que pasó con la subvención de seis millones que recibió del gobierno regional para construir un auditorio que nunca se acabó.
No ha sido normal, recuerda la acusación, porque como alcalde, Sánchez dio por terminadas las obras del auditorio a pesar de que todavía quedaba por levantar el 38% del complejo, lo que equivale a más de dos millones de dinero público que la constructora cobró pero no ejecutó.
Las investigaciones hablan de un proceso plagado de presuntas irregularidades, donde la constructora incluso destinó 1.800.000 euros a fines ajenos a la obra, algo de lo que Sánchez, según ha dicho, no estaba al tanto.
El PP sigue apoyando al presidente murciano aludiendo que no es corrupción. La oposición discrepta y recuerda que esta imputado por prevariación, fraude, falsedad documental y malversación de dinero público.