"La situación es grave". Así ha valorado Pedro Sánchez el estado de la crisis del coronavirusen España durante una declaración institucional este viernes en Moncloa, donde ha advertido de que las próximas semanas y meses "serán muy duros".
A lo largo de una comparecencia de unos 20 minutos, que no estaba en la agenda del presidente y que Moncloa confirmaba tan solo unas horas antes, Sánchez ha llamado a la "unidad" y "disciplina" para frenar esta segunda oleada, que la víspera dejaba un nuevo récord de 20.986 contagios en las 24 horas previas.
"Debemos evitar a toda costa recurrir a un nuevo confinamiento domiciliario como el que vivimos durante semanas en primavera", ha advertido, insistiendo en que "para ello debemos ser disciplinados".
Durante su intervención, que ha comenzado a las 13:00 horas, Sánchez ha reiterado la idea de que "debemos actuar con determinación, con la máxima disciplina social y con la necesaria e imprescindible unidad" para "doblegar la segunda curva del virus".
Ello, de cara a un otoño-invierno en el que, según ha reconocido, "nuestras defensas sociales están más bajas", tras meses de "una emergencia sanitaria que dura ya demasiado". No obstante, Sánchez ha querido resaltar las "fortalezas" con las que no se contaba en los primeros meses de la pandemia, destacando la realización de "muchas más pruebas".
En este sentido, y en una semana en la que el país ha traspasado oficialmente la barrera del millón de casos, el presidente ha estimado que el número real de personas que se han infectado en España supera los tres millones. Una circunstancia que ha atribuido a que "ahora se detectan la mayoría de los casos", mientras que la pasada primavera "la infección se difundía sin control".
"Tenemos que reducir la movilidad, no hay otra solución"
Sánchez, aunque ha defendido que la situación actual "no es comparable a la del 14 de marzo, cuando nos vimos obligados a decretar un confinamiento domiciliario general", ha advertido de que debemos "recordar cómo frenar al virus y actuar en consecuencia". "Queremos evitar llegar a ese punto", ha agregado, en alusión a un segundo confinamiento 'duro'.
"Para contener los contagios, lo que tenemos que hacer es reducir la movilidad, los contactos entre personas", ha aseverado el presidente, que ha sentenciado que "no hay otra solución". A este respecto, ha citado las reuniones sociales y familiares, el trabajo o el ocio nocturno como principales focos de contagio, reiterando que "hay que limitar al máximo todo lo posible" esas situaciones.
"Estamos listos para adoptar todas y cada una de las medidas que sean necesarias", ha señalado Sánchez. "Nadie tiene ningún interés en imponer más limitaciones de las que resulten imprescindibles -ha apostillado-, pero necesitamos la máxima colaboración, conciencia y disciplina ciudadana".
Objetivo: bajar la incidencia
La intervención de este viernes de Sánchez, sin preguntas de la prensa, llegaba además después de que, el jueves, las comunidades autónomas y el Gobierno no alcanzaran un consenso sobre un toque de queda para el conjunto del país.
La reunión el Consejo Interterritorial de Salud sí concluyó, no obstante, con la aprobación de un plan comúnpara hacer frente al coronavirus, cuyo contenido ha desgranado Sánchez hoy en su comparecencia. Dicho documento prevé cuatro niveles de alerta, en virtud de una serie de indicadores, y medidas a aplicar en cada uno de ellos, incluyendo la activación del estado de alarma en el nivel de riesgo más extremo.
Por otra parte, Sánchez ha fijado como "reto colectivo" lograr una incidencia acumulada en España por debajo de los 25 casos por 100.000 habitantes. Una tasa que, según ha precisado, actualmente se sitúa en los 348 casos. "Tenemos mucho camino por recorrer", ha admitido.
"Podemos volver a contener al virus si todos cooperamos, con resistencia, con disciplina social, con espíritu de equipo y con moral de victoria", ha reiterado el líder socialista, insistiendo en que "ahora es el momento de establecer distancias". "Si no tomamos precauciones, podemos poner en riesgo las vidas de los que más queremos", ha alertado, llamando a limitar reuniones y celebraciones.
"Ya doblegamos la curva una vez y en esta segunda ocasión estamos mucho mejor preparados", ha concluido, mostrándose convencido de que "volveremos a lograrlo si nos mantenemos unidos". "Si prevalece el espíritu egoísta -ha alertado-, todos saldremos perdiendo".