Puigdemont y Sánchez se han reunido por espacio de hora y cuarto en el despacho del president en el Palau de la Generalitat, en el primer encuentro entre ambos dirigentes, a petición del socialista.

Al término del encuentro, Sánchez ha comparecido ante los medios para explicar los contenidos de una reunión que ha confiado en que sea "la primera de muchas otras" que puedan tener ambos dirigentes si finalmente el dirigente del PSOE es investido presidente.

"Creo que se ha abierto una etapa de deshielo entre Generalitat y Gobierno de España y la política española. Cuando se abre una etapa de deshielo es cuando afloran las soluciones", ha remarcado Sánchez. A su juicio, el "diálogo y la negociación son imprescindibles para encontrar una solución que conviene a la mayoría de catalanes y españoles. Por nosotros no quedará. Vamos a intentar hablar de todo y con todos, incluso con aquellos que discrepamos".

Y es que Sánchez se ha mostrado "convencido" de que dentro de la Constitución "hay mucho camino por recorrer para que Cataluña se sienta a gusto como quiere y como merece". Tras asegurar que en ningún caso se ha tratado un posible apoyo de Democràcia i Llibertat a su investidura, Sánchez ha explicado que Puigdemont le ha puesto sobre la mesa la cuestión del "derecho a decidir", a lo que él ha dejado claro su rechazo frontal.

"A mi juicio, el orden de los factores sí altera el producto. Puigdemont quiere votar para romper, pero yo quiero lo contrario: acordar y después votar" una nueva Constitución y un nuevo Estatut para Cataluña, ha señalado. Es por ello que ha recalcado que "dentro de la Constitución y la legalidad, estoy dispuesto a hablar de todo, pero debe ser dentro de los márgenes de la Constitución y la legalidad democrática".

Es por ello que Sánchez ya ha planteado a Puigdemont su "nueva hoja de ruta en las relaciones entre Generalitat y Estado", basadas en "el diálogo, el entendimiento y la convivencia". En primer lugar ha abogado por la "reactivación" de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat, que no se reúne desde 2011 y que, para Sánchez, podría ser el escenario para "desbloquear muchos de los 23 puntos" de la lista que Artur Mas planteó a Mariano Rajoy en 2014.