Apenas ha pasado un año desde que un desconocido diputado se decidiera a aspirar a todo. Cuando todos apostaban por el ascenso de Madina a la Secretaría General, las primarias le auparon con casi el 50% de los votos y Susana Díaz a su favor, una cercanía valorada por Sánchez de la que la presidenta regional se ha ido desmarcando.

En su hoja de ruta para la regeneración del partido, Pedro Sánchez ha decidido rectificar las medidas más controvertidas del pasado como la reforma de la Constitución. Más le costó afrontar la imputación de Cháves y Griñán, tras prometer que si ocurría tendrían que irse, y matizar más tarde sus propias palabras. "Cuando sean imputados por un delito, cumpliré con mi palabra", decía en febrero el Secretario General del PSOE.

Sánchez también tuvo que hacer frente a un PSM revuelto cuando decidió destituir a Tomás Gómez por el caso del Tranvía de Parla. "Se ha convertido en el único responsable de lo que pasa en los procesos electorales", comentaba Gómez en febrero de este año en 'Al Rojo Vivo'. Un camino nada fácil sólo allanado cuando su rival más fuerte en la sombra, Susana Díaz, optó por quedarse en Andalucía.