Se hizo esperar, pero finalmente Zapatero y Sánchez chocaron públicamente sus manos. Antes lo habían hecho a puerta cerrada, pero ante la prensa, ninguno de los dos dio su brazo a torcer. Dudosa sintonía, que Sánchez trató de despejar durante su intervención, y el expresidente del Gobierno a su salida. "Una relación estupenda, ya lo habrán visto”, afirmaba Rajoy.

Hoy la dirección del partido da un giro en la valoración del encuentro Zapatero-Iglesias. Del “sinsentido” de Luz Rodríguez hoy se pasa a cuestionar al invitado. “Será el líder de Podemos quien tendrá que explicar qué hacía reunido con la casta”, ha declarado Pradas.

Indicios de una tregua que, apuntan algunos medios, se habría firmado en el seno del partido con el objetivo de escenificar unidad de cara a un adelanto electoral en Andalucía, que para el PP tiene una clara intención. "Es un peldaño de la estrategia que se ha puesto en marcha para acabar con el liderato de Pedro Sánchez", afirma Floriano.

Unas elecciones anticipadas que Susana Díaz podría anunciar el próximo lunes.