La espera de Rajoy para descolgar el teléfono puede tener los días contados. "Después de Semana Santa veremos qué hacer", sugería el presidente del Gobierno en funciones días antes de las vacaciones.
Rajoy reúne en Génova a su comité de dirección fijar la nueva hoja de ruta, aunque, en la sede del Partido Popular recuerdan que los precedentes no son precisamente buenos. "Llamaremos a Sánchez, pero él tiene que ser capaz de descolgar el teléfono", ha expresado Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso.
Con llamada o sin ella, en el PP saben que la negociación con el PSOE está condenada al fracaso, así que el mensaje no varía. "Le pedimos al señor Sánchez que termine con los vetos y que se respeten los votos", ha solicitado el vicesecretario de Política Autonómica del PP, Javier Arenas.
La que sí está marcada en el calendario es la reunión entre Sánchez e Iglesias. Les ha costado cuadrar la agendas, pero el miércoles intentarán acercar posturas. Desde Podemos confían en que las turbulencias internas en el PSOE no deteminen la negociación.
"Confiamos en que el interés de Sánchez en pactar no tenga nada que ver con su supervivencia", ha opinado Tania Sánchez, diputada de Podemos. El entendimiento se antoja complicado. Los socialistas siguen defendiendo la vigencia de su acuerdo con Ciudadanos.
Errejón aún no ha abierto la boca, pero los de Iglesias niega que acudan debilitados a esta cita. "Cuando hablamos es porque hablamos... yo no le daría la importancia que se le da", ha indicado Rafael Mayoral, secretario de Movimientos sociales de Podemos. Los cartuchos para evitar unas nuevas elecciones comienzan a gastarse esta semana.