La intervención de un agente de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional aficionado a la montaña ha evitado la posible muerte por hipotermia de cinco jóvenes que habían ido a Navacerrada en autobús con ropa y zapatillas de calle, y que estuvieron unas tres horas desorientados, sin batería en sus teléfonos y la única luz de un mechero, expuestos en una zona sin vegetación a temperaturas de menos 8 grados.
"Los jóvenes hubieran muerto directamente si no se les encuentra anoche", ha explicado a Europa Press este agente, que señala que es aficionado a hacer rutas por alta montaña al anochecer.
El Día de Reyes aprovechó para practicar deporte, pero su marcha se vio interrumpida cuando oyó voces pidiendo socorro desde la zona de la Bola del Mundo, a una altitud de unos 2.000 metros.
Avisa al 112 al oír voces
El agente perteneciente a los servicios de Información de la Policía Nacional dio varios gritos tratando de identificar aquellas voces en una zona completamente nevada y con mucho hielo debido al temporal de estos días. Al no recibir contestación, decidió dar aviso de alerta con su teléfono móvil al servicio de Emergencias 112 de la Comunidad de Madrid. Eran las 18.48 horas.
Con Emergencias 112 convino que bajaría hacia la zona de la que creía que provenían las voces. "Era una voz de un varón pidiendo socorro, pero al principio no respondía a mis preguntas", detalla este agente, que iba equipado con ropa y calzado preparado para la alta montaña, así como batería en el móvil para no perder el contacto y para ir facilitando en tiempo real su ubicación por geolocalización.
"Bajé por una pista natural pero el terreno estaba muy complicado por la nieve y el hielo acumulado", continúa el agente de la Policía.
Fue al encuentro de los jóvenes con la luz frontal encendida en la cabeza mientras se movilizaba a los Grupos de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil y a los Bomberos, así como a Cruz Roja, que accedieron a la zona por otros puntos.
Bajada por la Ruta de las Tuberías
El agente señala que la zona era la conocida como Ruta de las Tuberías hasta la ladera de la Garganta del Infierno, donde halló a los jóvenes tras una hora de ruta desde su aviso al 112. "Conforme me iba acercando por esta zona sin arboleda ni vegetación, muy expuesta, pregunté a gritos si veían mi luz", prosigue el policía, que añade que las voces cada vez eran más cercanas y que en un momento determinado ya le pudieron responder con un 'sí'.
"Eran cinco jóvenes, tres chicas y dos chicos, a la intemperie total con ropa de calle y zapatillas de paseo", relata el agente de la Comisaría General de Información. Uno de ellos presentaba un esguince pero le dijo que podía caminar. "No tenían nada, ni batería del móvil, sólo la luz de un mechero".
El agente les ofreció agua y algo de abrigo de lo que llevaba en la mochila, pero los chicos le respondieron que lo que querían era salir de la montaña hasta un lugar a resguardo.
El policía se puso el primero y fue caminando, guiándoles, hasta el puesto de socorro más próximo. En el trayecto se encontraron a dos agentes del GREIM de la Guardia Civil que habían ido al encuentro y también a personal de la Cruz Roja.
En el rescate participó también Fivi, una pastora alemán de la Guardia Civil especializada en búsquedas como la de estas tres chicas de origen colombiano y dos hombres, uno colombiano y el otro indio, según detallaron fuentes del instituto armado. Ya en el puesto de socorro, con síntomas de hipotermia, explicaron que se habían desorientado y que, en su intento de pedir auxilio, habían llamado a un número 911 antes de quedarse sin batería en sus teléfonos móviles.