La policía registra los domicilios del expresidente catalán Jordi Pujol y de tres de sus hijos, Josep, Pere y Jordi, por orden del juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que investiga el origen de la fortuna de uno de los hermanos.

Jordi Pujol Junior salía del domicilio de sus padres, con cara de preocupación, gafas de sol y el brazo en cabestrillo, después del registro de la UDEF, que se ha centrado en su habitación. El expresident y su mujer han abandonado el domicilio poco antes de las diez de la mañana.

Con las cámaras centradas en los patriarcas, otro de los hijos del matrimonio Pujol Ferrusola se escabulle de la prensa, es Oleguer. Poco después, los agentes se han llevado cajas con documentación y varias maletas. Entre ellas, lo que parece un ordenador portátil.

Además, la UDEF ha registrado la oficina de Jordi Junior, su casa, las de dos de sus hermanos, Josep y Pere, y la de su exmujer, Mercé Gironés. Los registros se producen gracias a la información aportada recientemente por las autoridades de Andorra. José maría Olmo, periodista del ‘El Confidencial’ asegura que gracias “a la comisión rogatoria, la UDEF ha demostrado que funcionaban como la mafia”.

También ha sido importante el testimonio del empresario, Jaume Ferrer, que, dice el periodista Jordi Quilez, reconoce haber pagado una mordida a Jordi Pujol hijo.

La UDEF también ha registrado empresas y los domicilios de grandes empresarios sospechosos de haber pagado comisiones millonarias a los Pujol a cambio de adjudicaciones públicas. Entre otros, el de Luis Delso, presidente de Isolux. También el de Carles Sumarroca o el de Carles Vilarrubí, vicepresidente del FC Barcelona. La operación ha sido bautizada como 'Hades', en la mitología griega, el dios del inframundo.