Ignacio Diego, presidente de Cantabria, abandona el hospital de Sierrallana en Torrelavega. A su paso, arranca varios carteles de protesta contra la integración de los laboratorios clínicos.

Unos carteles en los que se podían leer lemas como ‘No a la centralización de los servicios’, ‘Sanidad pública para todos’ o ‘No al desmantelamiento de los hospitales’.

Varios trabajadores le siguen de forma pacífica. El presidente no se detiene ante la insistencia de los trabajadores. Ellos habían colocado esos carteles porque sabían que iba a visitar el centro.

El presidente arranca varios carteles a su salida y, poco después, los tira a una de las papeleras de un baño. Sabe que le están grabando.

Mira directamente al objetivo de una de las cámaras de uno de los trabajadores. En declaraciones a la prensa, Diego justificó su momento de enfado a su salida.

Reiterado que de producirse alguna privatización pondrá encima de la mesa su dimisión y la de todo su Gobierno. Desde la oposición, desde el grupo municipal PRC en Torrelavega, califican este gesto de prepotente.