Llegan las últimas horas de campaña y los últimos mensajes. Con el temor latente a que se pueda romper el partido, García Margallo sale a asegurar que no se producirá. "Se han hecho cosas en este proceso que hubiesen podido propiciar otra factura si no fuese porque todos los candidatos queremos demasiado a nuestro partido".
Cospedal también ha advertido que "no debemos tensionar, ni forzar a la gente porque no se pueden abrir facturas que luego el día dos de julio no podamos cerrar".
Los precandidatos quitan hierro al asunto con las manos tendidas a sus rivales. "Les necesito a todos ellos y, pase lo que pase, si yo no gano, tienen todo mi apoyo", asegura Pablo Casado.
También Sáenz de Santamaría ha querido hablar a unas horas de las urnas. "Es la hoja de ruta que yo tengo para hablar e integrar con la máxima generosidad", explica la exvicepresidenta.
Durante la campaña se ha hablado de presiones y Margallo apunta esto sobre Sáenz de Santamaría y su etapa de vicepresidenta. "Decir que la vicepresidenta no ha influido en los medios de comunicación me parece hacer serias economía con la verdad".
Sin embargo, ella prefiere quedarse al margen de cualquier polémica. "No he hablado de ninguno de mis compañeros el primer día, no lo voy a hacer el último", asegura.
Y Cospedal ha recordado que ante cualquier presión hay que actuar. "Aquellos que piensen que esto está sucediendo deben ponerlo en conocimiento del Comité organizador", añade.
Casado ha hablado no sólo de presiones, también ha criticado que "casualmente" durante la campaña hayan salido noticias sobre su señalado máster. "Sale no por casualidad, por mucho juego sucio que haya, vamos a ganar", señala.
Todo en unas primarias en las que algunas normas se han criticado. Casado, por su parte, defiende que le "hubiera gustado más participación y evitar la inscripción", mientras Margallo dice que "tiene que haber debate".
Con todo, este jueves deciden los militantes inscritos del Partido Popular.