Durante años estuvo estratégicamente colocada. Detrás, en el segundo plano, pero influyendo en la política de nuestro país. Según El Periódico, la princesa Corinna tuvo un papel determinante en las relaciones con los países del Golfo Pérsico.

Propició un encuentro entre Don Juan Carlos y el Rey de Arabia Saudí, y fue la mejor influencia para adjudicar a España la construcción del AVE a la Meca. La concesión se hizo en 2011, siendo José Blanco ministro de Fomento, aunque Rubalcaba ha negado que el Gobierno de Zapatero hiciera encargos a Corinna.

Para la princesa empieza a ser costumbre copar las portadas. Tercera vez en una semana. En la revista Hola asegura que su vida es un horror desde que apareció en los correos del exsocio de Urdangarin. "Mi vida se ha convertido en una pesadilla de desconocidos llamándome al teléfono".

Habla dice, para defenderse. "No tengo nada que ver con el caso Nóos. Quiero aclarar las cosas y las informaciones falsas que han circulado". Sobre su relación con el Rey, insiste en lo mismo: es sólo una amiga, aunque entrañable. "Tenemos una amistad cercana, nada más. Conozco al Rey desde el año 2004. En mi trabajo soy una experta en encontrar soluciones, siempre he sido honesta y discreta".

Corinna, la princesa que resuelve todos los problemas, está preocupada porque se está dando una imagen equivocada de ella. Termina diciendo que esta será su última entrevista. Lo que menos le gusta, asegura es la fama.