El acuerdo podría ser inminente. PSOE y Junts continúan acercando posturas mientras desde las filas socialistas siguen apuntando a la posibilidad de una investidura esta misma semana.
El secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha vuelto a viajar a Bruselas este domingo para ultimar el pacto con Puigdemont, el último eslabón para que la investidura salga adelante.
Junts, por su parte, contará con Laura Borràs, que viaja a primera hora de este lunes a la capital europea para sumarse al intento de encauzar el acuerdo con el PSOE. La formación independentista también ha enviado al secretario general del partido, Jordi Turull, para proseguir junto a al expresidente catalán Carles Puigdemont la negociación con el PSOE, que se muestra optimista. Todo después de que el pasado jueves Santos Cerdán se reuniera con el líder de Junts sin conseguir cerrar el acuerdo.
Las dos partes coinciden: el pacto "está cerca", pero no concretan en qué términos y tiempos se producirá. Fuentes del PSOE han indicado a laSexta que las negociaciones van bien, aunque no se aventuran a dar por cerrado el pacto. Este mismo domingo, el exconseller y eurodiputado de Junts Toni Comín eludía la necesidad de acelerarlo: "En general en la vida cuando las cosas están cerca, 'keep calm'".
Así lo explicaba en declaraciones desde Perpignan (Francia) tras participar en la manifestación por la Diada de la Catalunya Nord junto al exconseller y presidente del Consell Nacional de Junts, Josep Rull. "La discreción es fundamental para el progreso de las conversaciones", insistía.
Fuentes de Ferraz también se han limitado a decir a EFE que siguen "hablando" y piden discreción. No obstante, fuentes de Junts consultadas por EFE advierten de que "no es cierto" que el acuerdo esté tan próximo y remarcan que aún quedan cuestiones pendientes de resolver.
Poco después de las declaraciones de Comín, Santos Cerdán recordaba el aval de la militancia para alcanzar acuerdos y aseguraba que hoy "estamos más cerca de lograr la investidura de Pedro Sánchez". A última hora de la tarde, se conocía que el secretario de Organización socialista había vuelto a viajar este domingo a Bruselas para reunirse con Puigdemont, después de fracasar en su intento de ultimar un acuerdo el pasado jueves en la capital europea.
La negociación entre Junts y PSOE es el último escollo de un largo camino de cesiones y conversaciones entre la formación liderada por Pedro Sánchez y sus posibles socios parlamentarios para lograr un acuerdo que revalide su cargo en la Moncloa durante los próximos cuatro años. Así, el PSOE espera cerrarlo esta misma semana, después de que la pasada se lograra alcanzar un acuerdo con ERC.
Precisamente el líder de la formación republicana, Oriol Junqueras, ha dicho en una entrevista en El Periódico de Catalunya que su partido no defiende la amnistía como un punto final, sino como punto inicial de una negociación entre iguales, y ha instado al PSOE a cumplir con todo lo pactado para dar continuidad a la legislatura.
Tensión en las calles
La negociación se produce, además, en un marco de tensión por la ley de amnistía. En un acto celebrado en Valencia, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que no van a "pasar una" y que van a "defender a España" desde la calle, desde todas las instancias judiciales y las instituciones españolas y europeas mientras el PSOE siga "dando la espalda" a los ciudadanos.
"Que no nos engañen: esto no es una negociación, porque hay una parte que exige sin moverse un milímetro y otra que concede sin rubor todo lo que la otra parte le impone", ha declarado Feijóo en el acto, al que han acudido alrededor de 20.000 personas y que se suma a los que el PP ya ha celebrado en Madrid, Toledo y Málaga.
En este contexto, El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) celebra este lunes un pleno extraordinario para abordar a petición de los vocales conservadores la amnistía del procés, una norma que aún no está registrada, a la espera de que haya acuerdo entre el PSOE y Junts.
El cierre de los pactos con Junts y con el PNV (los dos únicos pendientes) determinará la fecha de investidura de Sánchez, todavía en el aire y con un plazo limite: el 27 de noviembre, día en que habría que convocar nuevas elecciones si no hubiera acuerdo.