A través de videoconferencia desde Waterloo (Bélgica), Puigdemont ha intervenido en la clausura del congreso fundacional de la Crida Nacional per la República en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona.
Los 2.200 congresistas lo han recibido al grito de "Puigdemont, nuestro president", una de las proclamas más repetidas a lo largo del acto de clausura junto con "unidad", lema entonado también por los asistentes alzando carteles con este mismo mensaje dirigido principalmente a ERC y CUP.
Puigdemont ha remarcado que el objetivo político de la Crida es "contar los días que faltan para ser una república reconocida internacionalmente, para vivir en una democracia real, plena y fuerte, de libertades y de respeto".
Ha subrayado que la Crida es un movimiento para los que creen que "tenemos que ir juntos y unidos en este momento de la historia", antes de los juicios del "procés" en el Tribunal Supremo.
El expresidente catalán ha apelado en este contexto a lo que ha denominado como "actitud Crida", que es la que "venció al Estado autoritario el 1-O" y también en las elecciones del 21-D, con "candidatos en la prisión y en el exilio y con el 155".
"Si queremos continuar venciendo al Estado autoritario y la represión, incluso ahora que viene un juicio político montado de forma vergonzosa, tenemos que reforzar esa actitud", ha añadido Puigdemont. En esta línea, el expresidente catalán ha alertado de que sin esa actitud el soberanismo "se aleja de la vitoria definitiva" de la independencia de Cataluña.
"Si renunciamos a esta actitud ganadora, esto solo hará alargar el dolor y la falta de libertades, y el miedo y la represión", ha avisado. Puigdemont ha considerado que la Crida recogerá esa demanda de unidad que cree que pide el soberanismo y al que cree que nos se ha dado respuesta por "desunión, las consecuencias de la represión y las lógicas de la política tradicional".
El expresidente catalán ha subrayado que la Crida nace "sin vetos, ni exclusión ni sectarismo", y tiene una visión de "gran angular", para poder mirar "de derecha a izquierda". Antes de su discurso, Puigdemont ha mantenido una conversación con la activista de los CDR Tamara Carrasco, que también ha intervenido a través de vídeo porque sigue confinada en Viladecans (Barcelona) por orden judicial.
El expresidente catalán ha subrayado que el caso de Carrasco es el ejemplo de que el Estado "no tiene alma" ni "límites", por lo que al soberanismo le corresponde "ponerle límites" cuando quiere, a su juicio, atacar "la disidencia".
Carrasco, por su parte, ha deseado suerte a la Crida y ha apostado por hacer política no solo en las instituciones, sino también en la calle: "Siempre nos encontraremos en la calle para defender la república con los valores que queremos" ante la "represión del Estado", ha afirmado.