Los lemas feministas vuelven a las calles este jueves 25 de noviembre, por el "Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer". Un año más, las calles denunciarán la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamarán políticas en todos los países para su erradicación. Esta lucha quedará plasmada en los mensajes y manifiestos que se leerán desde las diferentes ciudades.
En cada concentración son diferentes, pero todos tienen un mensaje de fondo: denunciar la violencia contra la mujer. En el caso del 8M, Día Internacional de las Mujeres, el mensaje que se lanza es diferente. Ya desde su origen en 1977, cuando la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, estableció esta fecha con el objetivo de "eliminar toda forma de discriminación hacia las mujeres, promover su empoderamiento y conseguir su plena participación en la sociedad", recoge Moncloa.
Esto no quita que los manifiestos de cada 8 de marzo incluyan la denuncia contra la eliminación de la violencia contra la mujer, a pesar de que esta reivindicación cuente con una fecha propia. La del 25 de noviembre, cuando hay convocadas manifestaciones en varias ciudades. En Madrid, por ejemplo, volverán a celebrarse dos marchas diferentes, como ya ocurrió el pasado 8 de marzo. La Comisión 8M saldrá a defender a "todes" de la violencia al grito de #SeAcabó. Mientras tanto, el Foro de Madrid exigirá eliminar, además de la violencia de género, la violencia sexual que comprende la prostitución, la trata, la pornografía o la explotación reproductiva.
Más allá del mensaje que se lanza en cada ocasión, cada fecha tiene un origen diferente. El 8 de marzo está relacionado con la manifestación de cientos de trabajadoras textiles de una fábrica de Nueva York el 8 de marzo de 1857. Pidieron cobrar lo mismo que sus compañeros y una mejora de sus condiciones laborales. Pero la brutal presión policial convirtió la marcha en un asesinato, acabando con la vida de 120 trabajadoras.
Pero el movimiento feminista como tal empezó antes, en 1848. Las sufragistas y abolicionistas Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott hicieron algo que entonces estaba prohibido: salir a hablar en público siendo una mujer. Lo hicieron en una convención contra la esclavitud en Nueva York, donde exigieron derechos civiles, sociales, políticos y religiosos para las mujeres. Al igual que el 8M, el 25N también tiene un origen reivindicativo. El de tres mujeres dominicanas, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, que se enfrentaron al dictador Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961).