Tras reunirse en La Moncloa con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, Rajoy ha defendido que la asistencia sanitaria de los inmigrantes irregulares en España es "sin duda una de las más completas de Europa", a pesar de que la reforma que impulsó la exministra de Sanidad Ana Mato en 2012 les dejó sin tarjeta sanitaria "al igual que en ningún otro país de la Unión Europea".
Desde entonces, ha relatado, sólo tienen derecho a ser atendidos "en condición de igualdad con los españoles" en urgencias, durante el embarazo, parto y postparto, a menores de edad y ante cualquier problema que repercuta en la salud pública.
No obstante, Rajoy ha confirmado que Sanidad trabaja en una regulación para "mejorar la asistencia de estas personas" que permita "regular la posibilidad de su acceso a la Atención Primaria" ya que, según ha recordado, algunas comunidades ya lo estaban permitiendo.
"Parece más sensato y razonable que se haga en los ambulatorios para que, entre otras cosas, no se colapsen las urgencias", ha zanjado el presidente del Ejecutivo, que confía en que se haga una regulación "que sea útil y sirva igual para todos los territorios".