Cómo se van a bajar los impuestos. Esa era la gran pregunta en el aire en el cierre de la convención del PP. Y en el aire ha seguido: “No será un mero retoque o un ajuste a la baja, se trata de hacer un nuevo sistema más simple, más equitativo, que de flexibilidad al sector privado y que sirva para estimular la actividad económica e incentivar el ahorro” ha dicho el presidente.

Lo que no ha cambiado ha sido el mantra de la herencia recibida. Mariano Rajoy ha señalado con el dedo a Alfredo Pérez Rubalcaba: “Y si además, tú, eres parte destacada en la causa de ese calvario o te callas o reconoces el mérito de la gente”.

Y ante los ojos llorosos de la líder del PP en Cataluña, defensa cerrada de la unidad de España: “Y no se puede caminar hacia la Edad Media y Cataluña y los catalanes no pueden quedar al margen de esa realidad que es el signo de los tiempos y por tanto vamos a ayudar a que así sea”.

También ha habido palmada en la espalda para los populares vascos. Porque la consigna seguía siendo mostrarse como una gran familia.