Isidro María Garalde, Mamarru, es otro histórico de ETA que abandona la cárcel. Llevaba 28 años entre rejas y habría salido en 2010, si no se le hubiera aplicado la doctrina Parot.
Estaba condenado a 169 años de cárcel, cometió tres asesinatos y participó en el intento frustrado de secuestro del rey Juan Carlos.
Mucho más efusiva ha sido la salida de Elías Fernández, que ha abandonado la prisión de Villabona con una gran sonrisa y rodeado de familiares. Fue condenado a 288 años y medio de cárcel por dos asesinatos en 1985.
En Zuera, Zaragoza, otros dos etarras, Jokin Mirena Sancho y Luis María Azkargorta excarcelados han tratado de evitar las cámaras.
Con pancartas y chaquetas, sus familias les han escoltado hasta los coches. Sus salidas se suman a las de Gómez López, Urdiain, Artola y el sanguinario Troitiño.
Rajoy prefirió dirigirse, desde el estrado, directamente a las víctimas. "Quiero transmitirles nuestro afecto, nuestro cariño y nuestra solidaridad". Además, mostró su "absoluta convicción" de que "esta batalla la va a ganar la justicia y la gente de bien".