Es la imagen que ha centrado la reunión, el no apretón de manos entre Rajoy y Sánchez. Se reflejaba así la frialdad del encuentro, sin contacto visual ni las habituales palabras de cortesía. Más tarde, ambos líderes han dejado el gesto en una anécdota.
"Yo no le he dado la mano a usted y Sánchez creo que tampoco, pero no tengo problema", ha contestado Rajoy a un periodista. "Nos hemos dado un apretón de mano en privado, probablemente Rajoy no vio que le estaba tendiendo la mano", ha explicado Sánchez.
Rápidamente el PSOE ha aprovechado la imagen para llamar a Rajoy maleducado.
Con gestos muy serios se han reunido 30 minutos para abordar la posición española en el próximo Consejo Europeo y mantener los pactos contra el terrorismo y el secesionismo catalán.
Da la sensación de que la reunión ha transcurrido por el camino del monólogo más que por el del diálogo. "Ha sido una reunión útil porque es importante que los españoles nos vean dialogando", apunta Sánchez.
Rajoy sigue inamovible en su plan de presentarse a la sesión de investidura. Mientras, Sánchez está sondeando las posibilidades para la investidura. "Espero haber cerrado ese acuerdo con Podemos o Ciudadanos a finales de mes". Unos posibles pactos que no preocupan a Rajoy.