Fuentes del entorno de Espinar han aclarado, a raíz de la fotografía del portavoz de Podemos, que la exigencia del grupo es que no se vendan bebidas de dicha multinacional en la cafetería, el restaurante y las máquinas expendedoras de la Cámara, sin entrar en lo que haga cada senador a título personal.
Las mismas fuentes han declinado hacer más declaraciones o comentarios al respecto. La controversia ha surgido a raíz de una foto que ha comenzado a difundirse por redes sociales en la que se ve a Espinar en la fila del bufé del Senado, aguardando a pagar su menú, con una bandeja entre cuyo contenido figuran dos botellas de Coca-Cola.
Precisamente hoy la Mesa del Senado ha rechazado una petición registrada por dos parlamentarios de Unidos Podemos, Iñaki Bernal, de IU, y Vanessa Angustia, de En Marea, para que se prohíba la venta de Coca-Cola en la Cámara Alta.
La razón que ha esgrimido la Mesa es que ya hay un contrato de suministro firmado y que, por tanto, no se puede cambiar. Los dirigentes de Podemos iniciaron hace unos meses una campaña contra la empresa de Coca-Cola debido al conflicto laboral que mantiene con trabajadores de la plata de Fuenlabrada.
Una resolución del Tribunal Supremo, de enero, pidió que se readmitieran a los empleados en dicha planta, y resolvió así tras una decisión judicial de diciembre con la que se declaraba nulo el ERE establecido por la multinacional. El propio Pablo Iglesias ha abogado incluso por no beber productos de la marca.
Lo hizo en una acto con trabajadores de Coca-Cola también el pasado mes de diciembre. El comedor del Senado se estructura en varias dependencias: una contigua a la cafetería y dos salas comedor; una de ellas se divide en una zona con mesas con servicio de restaurante y en otra con mesas destinadas a quienes acuden al bufé. Espinar, hoy, ha usado ésta última, y mientras esperaba en la fila, una foto le ha retratado con dos botellas de Coca-Cola llenas en su bandeja.