En un comunicado difundido por la Casa Real al término de la entrevista que ha mantenido López con Felipe VI en su despacho del Palacio de la Zarzuela para tratar el nuevo período que se ha abierto tras la investidura fallida del líder socialista, Pedro Sánchez, se comunica que el rey no abrirá nuevas consultas y deja tiempo a los partidos para negociar.

El jefe del Estado ha solicitado además al presidente de las Cortes que "traslade" su decisión de no convocar por ahora a las fuerzas políticas con representación parlamentaria, esto es, a las formaciones que según establece la Constitución, pueden ser convocadas por el monarca antes de proponer un candidato.

Algo más de media hora ha durado la entrevista mantenida por el rey con Patxi López, y antes de comenzar, en el preceptivo saludo en el Salón de Audiencias de Zarzuela, don Felipe ya había respondido con un "ya veremos" a la pregunta de una periodista sobre si pensaba convocar una tercera ronda de consultas con los partidos.

En cuanto ha concluido la reunión, la Casa del Rey ha difundido un comunicado donde explica que López ha "trasladado oficialmente" a Felipe VI el resultado del debate de investidura celebrado entre los pasados 1 y 4 de marzo, en el cual Pedro Sánchez no consiguió la confianza de la Cámara en las dos votaciones.

Una vez que ha tenido lugar ese debate, cuya celebración permite abordar una nueva etapa de negociaciones con el horizonte del 2 de mayo como fecha límite para que sea investido un nuevo presidente del Gobierno antes de repetir elecciones, el rey ha optado por dar tiempo a los partidos. "Su Majestad ha comunicado al señor presidente del Congreso su decisión de no iniciar, por el momento, nuevas consultas con los representantes designados por los grupos políticos con representación parlamentaria", dice textualmente la nota de Zarzuela.

Y la Casa Real añade que de esa manera se facilitará "que las formaciones políticas puedan llevar a cabo las actuaciones que consideren conveniente a los efectos de lo previsto en el artículo 99 de la Constitución". Este artículo es el que marca el papel que le corresponde al monarca a la hora de proponer al Congreso un candidato a la Presidencia del Gobierno, después de escuchar a los partidos con representación parlamentaria.