El rey Don Juan Carlos ejerce por última vez como anfitrión de un dirigente extranjero con motivo de la visita de Estado del presidente de México, Enrique Peña Nieto, que viaja acompañado de su esposa, Angelica Rivero, y varios de sus ministros.

Se trata además de la primera visita de Estado que acoge España tras un parón de tres años motivado por las sucesivas operaciones en las articulaciones a las que se ha sometido el rey, unido a la coyuntura económica del país, que no era la mejor para la celebración de actos con pompa al mismo tiempo que se pedían duros sacrificios a los ciudadanos.

España no recibe una visita de Estado desde la que efectuó el emir de Qatar, jeque Hamad bin Jalifa al Thani, en abril de 2011. Dos meses después comenzaron las sucesivas operaciones de rodilla, tendón de Aquiles, columna y cadera del Rey, que culminaron en noviembre pasado con una última intervención de cadera.

Desde entonces, sí que se han producido visitas a España de jefes de Estado extranjeros, pero en viaje oficial o de trabajo, cuya organización es más sencilla y no requiere de tanta ceremonia como las visitas de Estado. La de Peña Nieto será pues la primera visita de Estado que se organiza con el Gobierno de Mariano Rajoy.

Su visita se quiere aprovechar para renovar el acuerdo actual de asociación estratégica y firmar otra veintena de convenios y declaraciones conjuntas. España tiene interés en convertirse en plataforma para la expansión de empresas multilatinas en Europa y el norte de Africa. Por eso quiere escuchar de los mexicanos sugerencias e ideas sobre qué sería necesario cambiar para hacer a España más atractiva para las multilatinas.