Si no hay acuerdo entre Juan Carlos de Borbón e Ingrid Sartiau, el juicio podría celebrarse antes del verano. Los jueces decidirán si el padre del rey Felipe VI tiene que estar presente o no. En cualquier caso, no veremos el cara a cara. Las vistas de paternidad suelen ser a puerta cerrada.

La otra clave está en el test de paternidad. Ingrid Sartiau la solicitó desde el principio. Ahora se abren varias posibilidades: que el rey admita la paternidad sin siquiera someterse a esa prueba de ADN, que acepte realizar el test o que se niegue.

A través del teléfono de su abogado escuchamos a Ingrid. Asegura que no busca dinero ni derechos dinásticos, sólo el reconocimiento. "Yo ahora tomaré distancia. El hecho era que le pudiera reencontrar y verle como a un padre. No tengo ganas de entrar en la monarquía".

Sin embargo, el Supremo no admite la demanda de paternidad de Alberto Solá. La diferencia entre su caso y el de Sartiau está en una prueba: la madre de la belga firmó un acta notarial en la que certifica su relación con Juan Carlos de Borbón en 1965. Pero Solá dice que él también tiene pruebas, y que las presentará.

Los dos, Alberto e Ingrid empezaron su camino judicial en 2012. Entonces, don Juan Carlos, como jefe del Estado era inviolable. Con la abdicación, se abrió para ellos la puerta del Supremo.