El rey y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han iniciado la segunda y última jornada de la Cumbre Iberoamericana de Cádiz con un desayuno de trabajo con los líderes de los países de Centroamérica.

Rajoy y el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, han llegado a primera hora de la mañana al Palacio de Congresos de la capital gaditana y allí han esperado a don Juan Carlos, quien anoche anunció que la próxima semana se someterá a una intervención quirúrgica en su cadera izquierda.

El rey ha descendido del vehículo en el que se ha desplazado hasta la sede de la cumbre y ha departido unos instantes con el presidente del Gobierno y con el jefe de la diplomacia española. En lugar de ayudarse de las muletas que ayer utilizó en algunos actos de la cumbre, don Juan Carlos ha preferido agarrarse del brazo de Rajoy y de Margallo para acceder al interior del edificio. 
Posteriormente han ido llegando los jefes de Estado centroamericanos para participar en un desayuno de trabajo, una cita que ya es habitual en todas las cumbres iberoamericanas. Entre los que acuden a este primer encuentro está el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, quien será el anfitrión de la cumbre del próximo año.

Tras el desayuno de trabajo, todos los participantes en el mismo se dirigirán al plenario de la cumbre para estar presentes junto con el resto de líderes iberoamericanos en las sesiones que permitirán aprobar la denominada Declaración de Cádiz. Un texto que pretende impulsar el crecimiento para la creación empleo y promover la presencia internacional de las pymes y el desarrollo de infraestructuras.