El PSOE ha esgrimido la fuerza de la Constitución para revestir de "normalidad" y "serenidad" el cambio de la jefatura del Estado, tras la abdicación del Rey, frente a los partidos de izquierdas encabezados por IU que abogan por promover un referéndum sobre la monarquía.
En la agrupación socialista, donde siguen surgiendo grietas republicanas, el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha garantizado que su partido no va a romper el consenso constitucional que se alcanzó durante la Transición acerca de la monarquía porque es "un valor" del que los socialistas se sienten orgullosos.
Después de que Juventudes Socialistas abriera camino reclamando un referéndum vinculante para ver si la ciudadanía quiere monarquía o república, algunas federaciones del PSOE, como la balear y la gallega, han seguido esa estela.
En Cataluña, la federación del PSC de Barcelona que lidera Jaume Collboni, la corriente crítica Avancem y otras voces del PSC, entre ellas varios alcaldes, han apostado por una república federal y han pedido que se consulte a los ciudadanos sobre el modelo de Estado.
Por el momento, la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, ha dicho que no se plantea dar libertad de voto a sus diputados el próximo 11 de junio, pese a que algunos de ellos lo están pidiendo, y que confía en que ninguno rompa la disciplina.
En ese empeño por defender la normalidad del proceso, Soraya Rodríguez subrayaba que la aprobación de la ley de abdicación tan solo supone dar efectos jurídicos a la decisión del rey de abdicar.