La investidura de Pere Aragonèsfracasaba este viernes en primera vuelta ante la abstención de los socios de Esquerra en el Govern durante la última legislatura, Junts per Catalunya. La votación se saldaba con 42 apoyos, 61 votos en contra y la abstención de los 32 diputados de Junts.
Sin embargo, Aragonès no se resigna y espera llegar a un acuerdo para ser investido en segunda votación el próximo martes. "Seguimos trabajando. Seguiremos trabajando desde ahora hasta el martes y por nuestra parte no será. Hay tiempo para llegar a un buen acuerdo", ha asegurado este sábado el president en funciones de la Generalitat.
Desde Junts, sin embargo, avisan de que los desencuentros surgidos entre los socios durante toda la legislatura no pueden resolverse "en tres días". Así lo advertía ya el viernes Albert Batet en el Parlament: "Todos los desencuentros que hemos tenido en tres años, lo que no podemos hacer es resolverlos en tres días", aseveró el diputado.
Este sábado, desde Junts insisten en que nada ha cambiado, mientras siguen negociando con ERC un hipotético Consejo de la República. "Hoy estamos a sábado y las cosas están igual que ayer. Creo que tenemos que aplicar el criterio de la realidad", ha afirmado Batet en declaraciones a 'Catalunya Radio', donde ha lanzado una advertencia: "Queremos un acuerdo de coalición, no de sumisión".
Si no llega ese acuerdo, todo apunta a que tampoco saldrá adelante la votación del martes. Y es que Aragonès necesita más 'síes' que 'noes' para ser investido, pero la única opción, a priori, sería que Junts se pasara de la abstención al 'sí'.
Entretanto, los partidos que votaron en contra de la investidura se mantienen firmes. Desde Ciutadans, Nacho Martín sostiene que "JuntsxCat y ERC quieren volver a poner Cataluña en manos de la CUP", algo que tacha de "drama para los catalanes". Por su parte, el que fuera el candidato más votado en el 14F, Salvador Illa, sostiene que "no hace falta repetir un fracaso" y defiende que "hay alternativas".
De fracasar finalmente la investidura el próximo martes, las formaciones tendrían que llegar a un acuerdo antes del 26 de mayo. De lo contrario, volverían a celebrarse elecciones en Cataluña.