En medio de un chaparrón ha llegado Pedro Sánchez a la sede del PSOE en Lisboa. Allí le esperaba su anfitrión, el primer ministro Antonio Costa. Plena sintonía en los gestos, esta vez sí, amplia sonrisa y una convicción.
"Los vientos del cambio han llegado a Europa para quedarse. De ahí, el acierto portugués", ha asegurado el líder del PSOE. Un acierto que para Sánchez representa el acuerdo de las fuerzas del cambio sellado en Portugal. Su intención: reeditar ese pacto en España si Rajoy no logra formar gobierno.
A cambio promete diálogo, nada de poner líneas rojas. Ni siquiera cree que Podemos las haya puesto con su propuesta de referendum en Cataluña.
"El partido de Pablo Iglesias sabe que el referéndum en Cataluña es inconstitucional. El derecho a decidir, sí, de todos los españoles sobre su futuro", ha aseverado el secretario general del PSOE. Sánchez confía en poder sumar con otras fuerzas progresistas, aunque no aclara con quién.
No obstante, el espejo portugués no parece convencer a todos en el PSOE. El líder socialista reconoce que ha habido debate interno en su partido, pero que su hoja de ruta fue respaldada por mayoría absoluta en el último comité federal.