El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cerrado la puerta a repatriar los restos del último presidente de la Segunda República, Manuel Azaña, que está enterrado en la localidad francesa de Montauban.
Así lo ha anunciado el líder del Ejecutivo tras reunirse con el presidente francés, Emmanuel Macron, en una cumbre bilateral entre ambos países en dicha localidad.
"El presidente de la República forma parte de la historia compartida entre Francia y España y creo que los familiares de Azaña comparten que los restos del presidente tienen que descansar donde fueron enterrados", ha señalado Sánchez.
Sánchez, que fue el primer jefe de Gobierno español en visitar la tumba del último jefe del Estado republicano en el exilio, ha rechazado así devolver el cuerpo de Azaña a España, una puerta que abrió la propia vicepresidenta primera y responsable de Memoria Democrática del Ejecutivo, Carmen Calvo.
"Si por nosotros fuera, sí", aseguró Calvo en una entrevista en 'Al Rojo Vivo' el pasado diciembre.
"Es la imagen de un país grande como el nuestro, que es capaz de reconocer su memoria democrática en la figura del presidente de la República con la tristeza que supone para nuestro país tener que recordar cómo su féretro sale con la bandera de México y no con la de España porque la dictadura no se lo permitía. Fue de una neutralidad impecable", explicó al respecto de la presencia del rey Felipe VI en un acto de homenaje al republicano.
Con todo, Sánchez no se cierra a reivindicar la figura del republicano "en el marco del debate parlamentario", aunque no contempla "que los restos de Azaña vuelvan a España".