A partir de este martes, dos nuevas fechas se marcarán en rojo en el calendario. Dentro de la nueva Ley de Memoria, aprobada por el Consejo de Ministros de Pedro Sánchez este martes, se recoge un nuevo homenaje para intentar restaurar a las víctimas del golpe de Estado, la guerra civil y el franquismo: dos días, el 8 de mayo y el 31 de octubre, para honrar su papel.
Así lo ha anunciado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en la rueda de prensa posterior al cónclave del Gobierno. Son "dos días para homenajearles". En concreto, el 8 de mayo se recordará a todas las personas exiliadas durante la dictadura franquista, y el 31 de octubre, a todas las víctimas de la guerra civil, del golpe de Estado y de la dictadura. Han de ser aprobadas en el Congreso de los Diputados.
"Esta ley es un reconocimiento de todas las víctimas del golpe de Estado de julio del 36", ha ahondado Bolaños. "Es la primera ley en la que se condena y repudia el golpe de Estado y la dictadura posterior, el periodo más negro de nuestra Historia contemporánea".
Una ley que "nos hace mejores como país"
¿Por qué se eligen estos días? "Para homenajear a los españoles y españolas que tuvieron que abandonar nuestro país porque no podían vivir en la dictadura franquista. Es una ley que nos hace mejores como país", ha zanjado el ministro.
Lo cierto es que esta ley "pone a las víctimas en el centro de la acción política" y, de acuerdo con Bolaños, trae consigo un cambio sin precedentes: introduce importantes novedades en materia de memoria histórica y que, entre otros aspectos, contempla del delito de apología del franquismo.
Para quien incumpla con este nuevo delito, el texto contempla un régimen sancionador entre 200 euros y 150.000 para punir cualquier comportamiento contrario, en función de la gravedad.
También desaparecerá la Fundación Francisco Franco, se resignificará el Valle de los Caídos como un cementerio civil sin frailes benedictinos, se anulan todas las sentencias franquistas y se promueve la exhumación de restos de víctimas, así como la retirada de todos los símbolos franquistas.