El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pedirá a la Comisión Europea que adelante la entrada en vigor del pacto de migración y asilo para que las herramientas que provee empiecen a usarse en el verano del año 2025 y no en el de 2026 y ha anunciado la puesta en marcha de un plan nacional de integración.
"Para ello, les anuncio que vamos a pedir a la Comisión Europea que adelante la entrada en vigor del Pacto de Migración y Asilo que impulsamos bajo nuestra presidencia el año pasado, de modo que las herramientas que provee ese pacto migratorio en materia de control de fronterizo, de reparto de personas migrantes, empiece a usarse en el verano del año 2025 y no en el verano de 2026 como está previsto", ha asegurado Sánchez en el Congreso para informar sobre la crisis migratoria.
Igualmente, ha avanzado que va contar con las ONGs y también con las asociaciones civiles que están trabajando en primera línea "para afinar e implementar estos mecanismos" y ha defendido que "ellas mejor que nadie conocen la realidad sobre el terreno".
Sánchez ha pedido al PP que asuma "su responsabilidad" y que aprueben la ley de extranjería. "Aprendan a proponer sin destruir", ha señalado. De esta forma, le ha instado a que "dejen de reclamar ayuda a la Comisión Europea" cuando ellos mismos "no están dispuestos a ayudar a sus propios ciudadanos".
También ha anunciado la puesta en marcha de un plan nacional de integración y de convivencia intercultural que ha avanzado que "tendrá recursos y medidas para fomentar la integración de los españoles".
Por otro lado, ha acusado al PP y a Vox de "instrumentalizar" la migración "para inocular odio" en la sociedad y ha apostado por un país que sea "abierto y próspero" que sea modelo de integración. En este sentido, les ha afeado que "lo único" que les interesa es "usar" la migración "para causar alarma social, para ocultar su falta de proyecto político para las mayorías".
El presidente del Gobierno ha recordado que acusan al Gobierno de alimentar un supuesto efecto llamada, a lo que ha respondido señalando que las personas "no dejan sus casas porque les vayan a dar una en un centro de acogida o porque les den un móvil de prepago", dejando claro que lo hacen porque "en España ven una oportunidad de vida".
"La derecha y la ultraderecha solo ofrece amenazas, devoluciones en caliente y discursos de odio. Nosotros ofrecemos estabilidad", ha asegurado, llamando a la reflexión sobre qué es lo que puede ayudar más a organizar los flujos migratorios.
Apuesta por un país que sea modelo de integración
Asimismo, ha pedido gestionar los picos de migración irregular que se producen "en función de la coyuntura nacional e internacional", así como la integración, "respetar la diversidad" de quienes se instalan en España y abordar la "desinformación". "Existe un ejército de tabloides digitales, de opinadores, de bots digitales, entregados a crear un flujo constante de mentiras sobre los extranjeros que sobredimensionan los problemas de seguridad y de convivencia que a veces van asociados a la migración o que directamente inventan otros nuevos", ha afirmado.
En esta misma línea, Sánchez ha defendido que los extranjeros "no son ni mejores ni peores" sino que "son iguales". "Son personas con sus virtudes y sus defectos, sus sueños y sus temores", ha subrayado. Además, ha pedido que España tiene que elegir "entre ser un país abierto y próspero, o un país desigual".
También ha recordado en su intervención que España es "un país de migrantes" y ha pedido entender que el deber "es ser esa sociedad de acogida, tolerante, solidaria", una "deuda moral" con los mayores.
"Una deuda que hemos de compaginar además con la deuda que tenemos con nuestros hijos y con nuestros nietos, que es garantizar su prosperidad presente y futura. Hacer todo lo que esté en nuestra mano para que España continúe la senda de prosperidad y también de crecimiento impulsada desde el año 2018", ha explicado.