El director del CCAES, Fernando Simón, ha asegurado que en Semana Santa España podría encontrarse en una situación "muy, muy favorable" respecto a la pandemia: "La situación no es buena todavía en algunas zonas de España, pero queda todavía un mes".
Sin embargo, el epidemiólogo ha llamado a "no bajar la guardia" para que ese descenso en la curva de la tercera ola pueda producirse de forma efectiva: "Está bien pensar en las fiestas, pero tenemos que ser muy conscientes de que el objetivo es controlar la trasmisión al máximo".
En este sentido, Simón ha recordado que la situación de cada comunidad autónoma es diferente y, por tanto, tendrá que tenerse en cuenta de cara a dictar medidas para el periodo estival.
"Sí se pueden plantear medidas en general, pero no podemos plantear todas las medidas comunes porque las situaciones son muy diferentes en las diferentes comunidades autónomas", ha recordado, en referencia al plan de medidas compartidas que prepara Sanidad con las comunidades autónomas y que anunció ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
Un acuerdo nacional que han reclamado algunos líderes autonómicos, como Ximo Puig, presidente de la Comunitat Valenciana, que ha pedido que haya un acuerdo en el Consejo Interterritorial para limitar la movilidad durante la Semana Santa.
En la misma línea se ha pronunciado el presidente de Asturias, Adrián Barbón, en sus redes sociales, donde ha anunciado que "Asturias no suavizará las medidas en Semana Santa": "Seguimos en nivel alto de riesgo y estamos en torno a los 240 casos por 100.000 habitantes, cuando el nivel de control de la epidemia se alcanza con 50. No podemos bajar la guardia", ha justificado.
Si echamos la vista atrás a periodos con gran movilidad y mayor contacto social, como del 1 de julio al 15 de septiembre, podemos observar cómo arrancamos con una incidencia de 8,4 y acabamos en 253 casos.
Otra marcada fecha estival fue Navidad y sus semanas posteriores. El 18 de diciembre España contabilizaba una incidencia de 214 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que el 27 de enero, pico de la tercera ola, rozábamos los 900.