El nombre de la secretaria de Marjaliza aparece en los documentos incautados en casa del empresario y parece que podría ser algo más. En un gráfico, Ana Ramírez se coloca en el centro del entramado de la red. A la misma altura que Marjaliza y su mujer. Sin embargo, ante el juez Eloy Velasco se hace la despistada.

Velasco le dice que no están haciendo "un diálogo de idiotas" y le pregunta si sabe lo que significa la palabra testaferro. Ella le responde que no. A continuación, ante la pregunta de si es ella testaferro de Marjaliza, contesta que no entiende la pregunta. Después, Velasco replica que "si no entiende la pregunta no es porque no sea en castellano".

Un molesto Velasco le presiona, pero ella no se mueve de su posición: "Yo soy la contable que hace las facturas, hago todo, pero luego Marjaliza gestiona la empresa de Aruba Gestión".

La secretaria incluso cambia su testimonio sobre la marcha. Preguntada por si sabía si Marjaliza tenía cuentas en el extranjero, ella responde que "en las empresas no hay ninguna cuenta extranjera". Después, Velasco le replica que previamente le había reconocido "una en Singapur".

Ante la fiscal, Ramírez llega a reconocer que ocultaba documentos. "¿No es cierto que también guardaba usted debajo del colchón de la cama documentación de las cuentas que hay en Suiza y Singapur?", le pregunta. Ella afirma que "toda la documentación de Marjaliza la guardaba".

Ante ella también se hace la olvidadiza. Niega haber realizado llamadas a Suiza o a Singapur". Por eso, la fiscal le lee la siguiente conversación con su marido, Jesús Boza. "Y quién me va a pagar los 62 pavos de las llamadas a Suiza y el internet de Suiza", le pregunta. Ella le responde que ella.

Por cierto, el marido de Ramírez es hermano del exalcalde popular de Valdemoro, también imputado en la trama Púnica.