Carlos García Revenga solicitará al juez que instruye el caso Nóos, José Castro, que le llame a declarar para que pueda explicar la relación que mantuvo con los duques de Palma durante el tiempo que figuró como tesorero del Instituto Nóos, una fundación que presidió Iñaki Urdangarin y de la que presuntamente el yerno del Rey y su socio Diego Torres desviaron dinero público a sus empresas privadas.

El secretario declara su "inocencia respecto de las actividades que se investigan en la citada causa". "Pese a mi condición de tesorero del Instituto Noos, nunca tuve firma autorizada en sus cuentas, ni poder de decisión en la gestión de las mismas ni en su contabilidad. Y de ninguna forma, directa o indirectamente, he recibido ningún tipo de remuneración ni de beneficio", señala.

García Revenga reconoce que desde su cargo de asesor de las Infantas ha "podido mezclar, en ocasiones, gestiones propias" de su puesto "con otras relacionadas con actividades privadas de los duques de Palma".

En unos correos electrónicos desvelados por el abogado de Diego Torres, Revenga da instrucciones a personal de Nóos para que en documentos que tienen que ver con el Instituto él aparezca como "asesor de la Casa de Su Majestad el Rey". A finales de 2011, fuentes del Palacio de la Zarzuela indicaron que García-Revenga tan solo había colaborado en Nóos a título personal, y no en representación de la institución.

García Revenga explica ahora que el hecho de haber podido mezclar unas gestiones con otras viene motivado "porque en los 20 años que he ejercido el cargo de asesor de SS.AA.RR. las Infantas Dña. Elena y Dña. Cristina se ha producido una relación más estrecha que la estrictamente profesional, no pudiéndome negar, en razón de esta circunstancia, a prestar las ayudas que  me solicitaban".

"En ningún caso he llevado a cabo estas gestiones como representante de la Casa de S. M. el Rey, ni por supuesto han sido contrarias a cualquier principio moral o de ética profesional", precisa.

"La función de asesor o de secretario, como se me cita en los medios de comunicación lleva de manera  implícita, por la propia definición del puesto, una actuación rigurosamente discreta de los cometidos encomendados", añade.