El director del Centro de Coordinación de Alertas Sanitarias, Fernando Simón, no atribuye a "un accidente de tráfico enorme" las casi 5.000 defunciones que el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria mostraba por encima de las confirmadas por coronavirus, como asegura un mensaje viralizado en redes.
"5.000 muertos en un mismo accidente de tráfico enorme, según Simón". "Simón dice que los 5.000 muertos que no cuenta son por accidentes de tráfico". Mensajes como estos han proliferado durante los últimos días, acompañados de un vídeo con un fragmento de la comparecencia informativa del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias que tuvo lugar el pasado jueves.
En el fragmento al que se refieren, de 26 segundos, se oye decir a Simón: "Lo cierto es que todos estos incrementos son incrementos estadísticos que se tienen luego que asociar a una causa; y no podemos decir a qué se deben (...): no sabemos si se deben a un accidente de tráfico enorme, (...) a un incremento de la mortalidad por infartos, (...) a un incremento de la mortalidad por coronavirus o por cualquier otra enfermedad".
Esa frase formaba parte de su respuesta a un periodista que le preguntaba si no le parecía excesiva la diferencia entre los cerca de 31.000 fallecimientos registrados del 17 de marzo al 2 de mayo por el Instituto de Salud Carlos III y las 26.000 muertes por coronavirus que había confirmado el Ministerio de Sanidad.
Fernando Simón no decía que esas cerca de 5.000 muertes de diferencia se pudieran explicar por un accidente de tráfico. Ese fragmento de su respuesta formaba parte de una explicación más amplia sobre cómo contabiliza los datos el Instituto de Salud Carlos III en su Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) y se sacó de contexto.
En realidad, Simón se limitó a precisar que esa diferencia de algo menos de 5.000 defunciones entre las 26.070 muertes por coronavirus confirmadas por Sanidad y las 30.706 registradas por el Sistema MoMo refleja la sobremortalidad general a nivel nacional por todas las causas, sin especificar ninguna, por lo que no se podía atribuir íntegramente a la COVID-19.
Los 26 segundos de vídeo que originaron el bulo fueron publicados aquel mismo día en Twitter por varios usuarios. Pero Simón no achacaba las casi 5.000 muertes al tráfico.
En una extensa respuesta, explicaba el origen del Sistema MoMo en 2004 para dar seguimiento a "las variaciones de mortalidad general por todas las causas, sin especificar ninguna". Ahí es donde precisa: Todos estos aumentos son "incrementos estadísticos que se tienen luego que asociar a una causa y no podemos decir a qué se deben".
"No sabemos si se deben a un accidente de tráfico enorme,(...) a un incremento de la mortalidad por infartos, (...) a un incremento de la mortalidad por coronavirus o por cualquier otra enfermedad", continuaba su explicación genérica, antes de precisar, ya sobre los datos concretos por los que se le preguntaba: "Esos 5.000, menos de 5.000, se pueden explicar por muchas razones". Tras indicar que ahora se desconoce qué parte de esa "mortalidad general" es "directamente achacable al coronavirus" y qué parte no, puntualizaba que los retrasos de algunos enfermos en acudir a los servicios sanitarios puede haber tenido también "un impacto, aunque fuera menor", en la mortalidad asociada a la COVID, de modo que los datos del Sistema MoMo y los del ministerio son "perfectamente compatibles".
Un sistema de medición nacido para las olas de calor
El Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria es una herramienta que gestiona el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III para identificar las desviaciones de la mortalidad diaria por cualquier causa y observar su diferencia con las series históricas de mortalidad. Para su elaboración se utilizan los datos de mortalidad diaria registrados hasta 2015 por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y, a partir de ese año, los procedentes de los Registros Civiles y Notariados del Ministerio de Justicia y, en particular, de los 3.820 registros civiles informatizados, que cubren al 92 % de la población española.
Con estas fuentes y un modelo predictivo, el Sistema MoMo permite ver la evolución del número de defunciones diarias observadas frente a las esperadas y calcula los excesos de mortalidad por todas las causas que pueden identificar el impacto de situaciones de riesgo. En consecuencia, es un indicador indirecto de diversos problemas de importancia en salud pública, como en sus inicios fueron las olas de calor.