Ningún grupo parlamentario ha manifestado su intención de sumarse al pacto antiyihadista PP-PSOE, durante el primer trámite en el Congreso de los Diputados de la proposición de ley sobre medidas de lucha contra el terrorismo de corte yihadista. La votación sobre su tramitación se ha saldado con 291 votos a favor (PP, PSOE, Unió, CC, Foro Asturias y UPN), 13 abstenciones (Convergencia y UPyD) y los otros grupos (Izquierda Plural, PNV, Amaiur y el resto del Mixto) se han opuesto.
Los diputados de CiU, que en un principio iban a votar en bloque, han tenido posturas diferentes, ya que los de Convergencia se han abstenido y los de Unió han votado a favor de la tramitación, entre ellos, el portavoz del grupo, Josep Antoni Duran i Lleida, mientras que los ocho de CDC presentes en el hemiciclo han optado por la abstención.
La proposición de ley ha sido defendida por los diputados José Miguel Castillo Calvín (PP), José Enrique Serrano (PSOE), Ana Oramas (CC), Enrique Álvarez Sostres (Foro Asturias) y Carlos Salvador (UPN), en presencia de los ministros de Justicia e Interior, Rafael Catalá y Jorge Fernández Díaz, respectivamente.
Todos los diputados de los grupos firmantes han apelado al resto de las formaciones a anteponer la unidad por encima de los intereses partidistas y sumarse así al pacto, aparcando sus diferencias respecto de la prisión permanente revisable, una figura que, según la oposición, "se ha tragado el PSOE".
Al respecto, Castillo ha destacado que la iniciativa lanza un mensaje claro: "No hay excusas que valgan contra el terrorismo, no podemos ser tolerantes ni neutrales, solo cabe la unidad". Por ello, ha pedido al resto de los grupos que se sumen al pacto y no hagan oposición con la excusa del terrorismo, sino que "la única oposición sea la de todos contra el terrorismo".
Rosa Díez ha explicado que, tras haber escuchado al PP y al PSOE, su grupo ha decidido no apoyar este primer trámite ante la Cámara. "Les tomaremos en consideración cuando nos tomen en consideración a nosotros", ha dicho tras advertir que el pacto es una "chapuza y una vergüenza" que deja "la foto de dos boxeadores noqueados que parece se están pegando, pero que en realidad se están sosteniendo", en alusión a los dos grandes partidos.
También lo entiende así la Izquierda Plural, cuyo diputado Gaspar Llamazares ha protagonizado las críticas más duras de la tarde. "No es un pacto antiterrorista, sino un blindaje bipartidista que no nos hace más eficaces frente a las nuevas formas de terrorismo", ha explicado. "Es realmente inaceptable, un acuerdo adoptado por el miedo de los dos partidos mayoritarios desde el punto de vista electoral", ha añadido.