El Gobierno se enfrenta a una nueva jornada de sesión de control en el Congreso de los Diputados con los indultos a los presos del procés como tema central en la orden del día.
La oposición realizará diversas preguntas al respecto. Por su parte, el grupo Popular planteará al Gobierno si va a indultar los condenados por sedición "en contravención de los informes desfavorables del Tribunal Supremo y del Ministerio Fiscal".
Más dura aún será la cuestión de Ciudadanos, que instará al Gobierno a abordar si "la sociedad española merece la humillación de ver indultados a los condenados por el golpe de Estado que ya han reiterado que lo volverán a hacer". Desde el grupo parlamentario Mixto también dirigirán su turno a este asunto, buscando la respuesta sobre si el Gobierno defiende el derecho de autodeterminación.
El Ejecutivo de coalición tendrá que enfrentarse a estas cuestiones con la ausencia de Pedro Sánchez, y después de una tensa sesión de control en el Senado en la que miembros del Gobierno y del Partido Popular han protagonizado sendas subidas de tono a cuenta de los posibles indultos a los presos del procés.
Durante la sesión de control en la Cámara Alta, los populares han tachado la medida de gracia a los líderes independentistas de "traición a España", mientras que el Ejecutivo ha defendido que "los tiempos de la Justicia terminaron con la sentencia" y que "ahora corresponden los tiempos de la política".
Especialmente bronco ha sido el cara a cara entre la senadora Salomé Pradas y la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. La representante del PP ha calificado al Gobierno de "indigno", aseverando que "no puede gobernar España quien la vende y la traiciona a cambio de una silla".
"El único interés que hay tras los 'indultazos' a los golpistas es el del señor Sánchez por mantener su silla en La Moncloa", ha espetado Pradas, que se ha referido a los indultos como una "traición a España" y "el pago del precio político a ERC por el apoyo al Gobierno de Sánchez".
En su turno de respuesta, Calvo ha reprochado al PP una "pérdida absoluta de rumbo de un partido que lo tuvo en su momento" y ha acusado a los populares de estar "en la destrucción de la política de nuestro país en el pero momento".
Además, la vicepresidenta ha aseverado que la intervención de Pradas "o es producto de la ignorancia de cómo funciona nuestro sistema o es el empeño continuo de llevar a la política española en el peor momento de una pandemia al desbarre total".
También el senador popular Fernando Martínez-Maíllo ha hablado de "traición a España", durante una interpelación en la que ha acusado al Ejecutivo de "corrupción institucional" y de tomar "una decisión profundamente arbitraria" para llevar a cabo "una compra de votos para seguir en el Gobierno".
En respuesta, el titular de Justicia, Juan Carlos Campo, le ha reprochado su tono y ha incidido en que el indulto es "una medida de gracia que reconoce nuestra Constitución". "Las democracias no tienen que tener miedo al diálogo", ha aseverado el ministro, que ha asegurado que el Gobierno tomará a este respecto "una decisión prudente y razonada".
Asimismo, Campo ha defendido la "utilidad pública" de los indultos y la necesidad de que el futuro "traiga consigo un escenario de diálogo y entendimiento" en Cataluña. En este sentido, el ministro ha afirmado que "los tiempos de la Justicia terminaron con la sentencia firme y la ejecución de la misma" contra los políticos independentistas y que "ahora corresponden los tiempos de la política".
Casado y Aznar arremeten contra el indulto
Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, utilizó las redes sociales para referirse a los indultos como "un error histórico que no resuelve nada, solo salvar la vida del Gobierno", llegando a referirse a estos como "autoindultos".
En la misma línea se ha pronunciado el expresidente José María Aznar, que ha tachado los indultos de "una invitación a la debilidad del Estado y el suicidio político de la nación española".