La Policía Nacional y un grupo de feministas que protagonizaba una sentada pacífica en la Plaza de Neptuno han protagonizado momentos de tensión después de que los agentes del cuerpo se acercaran a dos de las mujeres que han leído un manifiesto para identificarlas.
Josefina Martínez, una de las mujeres que ha sido identificada, ha explicado que los agentes, además de tomarles los datos, les han preguntado si eran las organizadoras de la marcha. "Lo que quieren es encontrar a un culpable y alguien a quien criminalizar. Esto fue algo autoconvocado, no hubo organizadoras. Fue algo autoconvocado por el movimiento de mujeres que no quieren que les amordacen. No es nada que haya decidido alguien en particular, sino una respuesta a que se han cancelado las manifestaciones de mujeres y eso es escandaloso", ha remarcado.
El grupo feminista protagonizaba una sentada en la Plaza de Neptuno mientras la Policía bloqueaba la subida al Congreso de los Diputados. Ese ha sido el momento en el que han leído un manifiesto donde han incidido en que estaban en la zona "por todas las mujeres, incluidas las trans" y han aseverado que las mujeres se han visto muy afectadas por "la crisis socioeconómica del COVID-19".
Una vez han terminado la lectura del manifiesto, varios agentes se han acercado hacia las que encargadas de lanzar estas proclamas y les habrían pedido que le diesen sus datos mientras eran increpados por el resto de concentrados, que les han gritado, entre otros, 'Nos tocan a una, nos toca a todas', 'Vergüenza', y '¿Dónde está tu número de placa?'.
"Nos están intentando amedrentar diciendo que nos van a multar, si es así van a tener que multar a todas las mujeres feministas de Madrid porque esto es una lucha que hemos dado todas. No puede ser que prohíban una manifestación feminista con medidas de seguridad", ha zanjado.
Indignación por la prohibición de la marcha
A lo largo del recorrido se han coreado cánticos contra las autoridades que han prohibido esta manifestación y han gritado por la "libertad de las detenidas", mientras que en las pancartas se podían leer mensajes como 'Si prohíbe el 8M, no es feminista'.
En declaraciones a Europa Press, algunas manifestantes han defendido que esta marcha ha surgido "de forma espontánea" y para reivindicar el 8 de marzo "como otros años", pero han destacado la poca afluencia al acto porque "es comprensible que las personas, ante las prohibiciones, tengan miedo de salir a las calles".
"Son unas prohibiciones incomprensibles porque solo las aplican a la convocatoria del 8M y no a otras concentraciones. Desde el punto de vista de seguridad sanitaria es incomprensible y mas teniendo en cuenta que estaba convocado con medidas de seguridad para garantizar las condiciones sanitarias", ha destacado una integrante de un grupo de autodefensa feminista.
En esta línea, María Pacheco, otra de las manifestantes, ha aseverado que los motivos para salir a las calles pasan por "el derecho de manifestación" y para clamar contra que "la crisis socioeconómica la sufren mas las mujeres con mas paro, precariedad y brecha de género".
"Estamos viendo que se borran murales, pero de lo que realmente se trata es de borrar a las propias mujeres de la calle y del espacio público. La extrema derecha nos borra murales pero el Gobierno, llamado de progreso, nos borra del espacio publico prohibiendo una manifestación como la del 8M", ha concluido.
Madrid vuelve a teñirse de morado
Varias movilizaciones espontáneas se han registrado esta tarde sin incidentes en Madrid con motivo del Día de la Mujer, a pesar de que la Delegación del Gobierno había prohibido las manifestaciones por razones de seguridad sanitaria.
El Paseo de las Delicias, el barrio de Lavapiés o la plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno) han sido escenario de estos actos espontáneos para celebrar el 8M, muchos de ellos grabados en vídeos publicados en las redes sociales, y que han sido seguidos por muchas mujeres desde balcones y ventanas adornados con el color morado representativo del Día de la Mujer.
La primera de estas iniciativas de la tarde ha sido una pequeña concentración de mujeres en la Plaza de Callao, que poco a poco ha sumado hasta el medio centenar de participantes, y en la que se ha leído un manifiesto.
La portavoz del Movimiento Feminista de Madrid, Ana Sánchez de la Coba, ha indicado a los periodistas que el 8 de marzo es el día para "visibilizar" a las mujeres y, por ello, han seguido adelante con este acto que cumplía con las medidas de seguridad del coronavirus y en el que estaban organizados con 16 personas.
Por otro lado, sobre las seis de la tarde, un grupo de mujeres ha marchado desde la calle Alcalá hasta Cibeles, para terminar con la lectura de un manifiesto y una sentada en la Plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno), a la que ha acudido la Policía Nacional sin que se produjeran incidentes.
También por el Paseo de las Delicias han marchado cientos de personas que coreaban cánticos en pro del feminismo, según han reflejado en vídeos los usuarios de las redes sociales.
Sobre las ocho de la tarde, en la plaza de Lavapiés se han concentrado alrededor de un centenar de personas que han coreado "aquí están las feministas", entre aplausos y bajo la mirada de efectivos de la Policía Nacional allí desplegados.
Por la mañana, el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas se ha concentrado en la Puerta del Sol, en la que un grupo de personas contrarias al movimiento feminista ha irrumpido en el acto, lo que ha generado momentos de tensión que ha sido solucionados por la intervención de la Policía Nacional.
Las tradicionales manifestaciones multitudinarias en Madrid fueron prohibidas por la Delegación del Gobierno, una decisión avalada por la justicia al entender que suponían "un grave riesgo para la salud pública y para las personas, tanto para los propios manifestantes como para quienes pudieran tener accidentalmente contacto con ellos", y de que esos contagios "puedan extenderse entre sus círculos de amistad".