Decencia y dignidad son las palabras más repetidas en el parlamento valenciano después de conocer que Rita Barberá se aparta del Partido Popular. Es lo que le piden a Rita Barberá todos los grupos, incluido el PP, y es que Bonig cree que "después de una trayectoria brillante, debería haber dejado el acta por ella y por el partido".

Todos los partidos han firmado una resolución para que Barberá deje el Senado, lo que para Ximo Puig es "un acto de decencia, porque es denigrante para los valencianos que Rita Barberá los represente en el Senado".

Barberá es senadora por designación autonómica, es decir, no ha sido elegida en unas elecciones, sino que Les Corts la eligieron para representar a su territorio en la Cámara Alta.

La resolución es un gesto, pero no pasará de eso porque legalmente el escaño es suyo, ya que según explica José Julio Fernández, profesor de Derecho Constitucional, "un escaño no se puede revocar contra la voluntad del elegido".

Barberá ha dejado claro, con mayúsculas, que de dejar el acta nada de nada, como especificó en un comunicado. Así que, si nada cambia, Barberá ocupará un escaño en el Grupo Mixto junto a los representantes de Ciudadanos, Compromís o EH Bildu cuando vaya al Senado.