El alcalde de Ponferrada, Samuel Folgueral, ha desafiado al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aferrandose a su cargo y abandonando la militancia del partido junto con sus concejales.

El alcalde de Ponferrada, Samuel Folgueral, accedió el viernes a este cargo tras una moción de censura contra el PP entre el PSOE e Independientes Agrupados de Ponferrada (IAP), cuyo portavoz Ismael Álvarez, fue condenado por acoso sexual y quien ha presentado en el registro municipal su renuncia al cargo de concejal.

Rubalcaba admitió que había cometido "un error" con la moción de censura y lo que corresponde es "rectificarlo", por lo que pidió la renuncia al alcalde socialista. Sin embargo, este ha decidido abandonar el partido y permanecer en la alcaldía.

La moción de censura ha suscitado un buen número de reacciones dentro del propio PSOE, una de ellas la del secretario general del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, quien ha dicho que ha "sufrido" al ver tan "expuesto" al secretario general del PSOE con este asunto, ya que considera que el líder del partido no tiene responsabilidad al respecto.

Gómez ha señalado que lo ocurrido en Ponferrada es un "grave error", ha eximido de culpas al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y ha añadido que los responsables "deberían dimitir", sin dar nombres.

GRIÑÁN PIDE EXPLICACIONES

Otro de los socialistas que ha salido al paso ha sido el presidente del PSOE, José Antonio Griñán, el cual pide explicaciones del caso Ponferrada a responsables de Organización del PSOE.

Grinán ha subrayado que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, es el "líder social" del partido, mientras que "las responsabilidades orgánicas" en el sentido de gobernar el partido "están donde están" y es "ahí donde habría que someter a explicación lo que ha ocurrido".

El presidente de la Junta de Andalucía ha reconocido que se trata de una "historia muy desgraciada, que nos tiene que servir para darnos cuenta de que el partido no puede entrar en una política de pactos que vaya contra su propia identidad o imagen".

Tras recordar que, como presidente del PSOE, le corresponde un "papel de moderación", ha señalado que en este caso no le preocupa tanto la "imagen" como el "fondo del asunto".

Ha resaltado que fue la presidenta del PSOE-A, Amparo Rubiales, la que más ha "batallado" contra lo que iba a producirse si se pactaba una moción de censura con un concejal condenado por acoso sexual, ya que mostró su "total desacuerdo" y "movilizó" al partido por considerar que "un derecho fundamental no es nunca negociable y no puede nunca subordinarse a los intereses orgánicos o de partido".