En declaraciones a 'Espejo Público' en Antena 3, Gómez ha respondido sobre la composición de la gestora que preside Simancas. Tras afirmar que no quiere hablar mal de ningún compañero del partido, ha recordado que esta gestora tiene entre sus labores encomendadas la elaboración de las listas electorales, y ha apuntado: "Le ruego a Dios que haga una lista mejor que la última, aquella de Tamayo y Sáez".
Recordaba así Gómez lo sucedido en las elecciones autonómicas de mayo de 2003, cuando el PSM e IU sumaban 56 escaños, uno más de los 55 del PP, pero el día de la sesión constitutiva del Parlamento madrileño dos diputados socialistas, Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, se ausentaron del pleno e impidieron que los socialistas e IU arrebataran la Presidencia de la Asamblea a los populares.
Gómez también ha advertido al PSOE de que para ser presidente de la Comunidad de Madrid "hay que conocer su realidad", y eso es "un trabajo de años". "No voy a hablar mal de ningún compañero de mi partido (en referencia a Ángel Gabilondo, sobre el que se especula que podría ser candidato en Madrid), pero no se puede improvisar; si se quiere tener éxito no se puede caer en la improvisación, ni de candidatos ni de programas ni de equipos", ha avisado.
Y ha vuelto a arremeter contra el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, asegurando que "liderar no es mandar", y acusándole de nuevo de intentar fortalecerse internamente con una decisión "errónea", puede acarrear graves consecuencias electorales. Un error "muy importante" del que ha confiado que la dirección del PSOE dé "marcha atrás" y que "se imponga la sensatez".
"Siempre he peleado por las causas justas, me ha dado igual quién era el adversario, y eso es injusto. Voy a defender la democracia y la autonomía de mi partido, la autonomía de los militantes que deciden democráticamente", ha dicho, antes de reiterar que, de ser necesario, acudirá a los tribunales aunque "no quisiera llegar a eso".
Ha defendido su gestión al frente del PSM -asegurando que la federación socialista madrileña "siempre ha sido muy convulsa" pero precisamente lleva un tiempo tranquila-, y ha reiterado que no va a tolerar que se ponga en duda su honorabilidad, particularmente por las supuestas irregularidades en las obras del tranvía de Parla, la localidad madrileña de la que fue alcalde.
Preguntado por si ha recibido apoyo de algún otro dirigente regional del PSOE, ha dicho que ha hablado con "varios" e "importantes", pero no ha querido desvelar quiénes ni el contenido de las conversaciones. "Cuando llegue el momento cada uno opinará lo que tenga que opinar", ha zanjado.