Tres de los siete presuntos yihadistas detenidos están ya en Madrid. Fueron trasladados desde Melilla tras pasar cinco horas en los calabozos. Se trata de dos jóvenes franceses y junto a ellos también Mustafá Maya, un ciudadano belga nacionalizado español y residente en Melilla.
Él sería el máximo responsable de la célula terrorista. Se encargaba personalmente de escoger a los yihadistas voluntarios. Una vez seleccionados a través de internet contactaba con ellos para indicarles cómo llegar a la organización terrorista de destino.
Según el ministerio de interior la red islamista desarticulada era una de las más activas: “Desmantelar una célula internacional, sin duda una la más activa de España y también sin duda una de las más activas e importantes de Europa en estos momentos” afirmaba el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.
Esta red envió a decenas de yihadistas, la mayoría marroquíes y franceses, a los conflictos de Malí, Libia y Siria, precisamente allí viajan 30 activistas al mes desde España. Ninguno de los detenidos ha pasado todavía a disposición judicial.