La sesión de este miércoles ha comenzado con el alegato del letrado Cándido Conde-Pumpido para tratar de forzar al tribunal a aceptar la renuncia que presentó a última hora del lunes y con ello lograr posponer el juicio para después de las elecciones europeas, a la que su cliente concurrirá al frente de Movimiento Red.
Dado que el presidente de la sala, Arturo Beltrán, ha frenado nuevamente esta intención, Conde-Pumpido ha anunciado que pedía la abstención a una de las magistradas del tribunal, María Tardón, ya que ha leído en la prensa que fue consejera de la Asamblea de Caja Madrid bajo la presidencia de Miguel Blesa.
Tras cinco minutos de receso, la magistrada ha explicado que este hecho es "público y notorio" pero que ella abandonó el cargo en abril de 2005, por lo que nunca ha tenido "relación directa ni indirecta" con la causa en la que Silva investigaba un préstamo concedido en 2008 a Marsans de 26,6 millones de euros, ni con esta.
Además, ha dicho que no tuvo ninguna relación con Blesa y que, por tanto, no iba abstenerse porque con ello también "podría incurrir en una falta disciplinaria por dilaciones indebidas". Previamente, el defensor había resaltado que se han producido "desaveniencias graves" que no le permiten ejercitar la "defensa real" y que permanecer vulnera este derecho constitucional y su "dignidad" profesional.
Sin embargo, el presidente de la Sala le ha aclarado que lo ocurrido hasta ahora "demuestra que el tribunal tenía razón", y es que pretendían desde el principio anular el juicio, bien en las cuestiones previas "o por cualquier otro medio".
De hecho, ha recordado que cuando renunció, Silva llegó a elogiar la labor de su defensor y que entendía que renunciara. Al día siguiente, ha relatado Beltrán, volvieron a insistir en su planteamiento pero, ante una nueva negativa, requirieron un receso para preparar el interrogatorio al acusado porque solo estaban "preparados para una sola solución posible", la de la anulación, y no contaban con que la vista siguiera adelante.
"Su pensamiento de que no se siente defendido no tiene efectos procesales", ha dicho Beltrán a Silva para precisar a su abogado: "la decisión del tribunal sí tiene efectos procesales y usted tiene que defender".
'Su pensamiento de que no se siente defendido no tiene efectos procesales'
"Es un fraude de ley de libro", ha zanjado. Además, ha recalcado que no hubo ninguna intención de amenazar al letrado cuando ayer le apercibió de que su conducta podría ser constitutiva de dos faltas disciplinarias y de un delito penal.
Por último, ha ironizado con la acusación que le ha lanzado Silva sobre que el tribunal ya tiene preparada la sentencia: "Es una cosa que no se puede pensar siquiera pero no hacemos caso, no nos enfadamos, no nos ofendemos; nos va en la paga, también nos pagan para aguantar esas impertinencias. Pero tenemos el deber de la tutela judicial efectiva".
Las palabras del presidente de la sala han provocado nuevamente la reacción de un miembro del público, que han comenzado a proferir gritos contra Miguel Blesa, que acudió temprano al tribunal, donde hoy está previsto que declare como testigo. Por ello, el magistrado ha ordenado su expulsión mientras advertía al resto de que debían guardar las formas. "Más numeritos de plató no", ha sentenciado.