El escándalo de los ERE hace saltar por los aires la pretendida paz interna de UGT en Andalucía. Hoy el epicentro está en Cádiz, donde la ejecutiva del sindicato formalizó anoche su dimisión en bloque por la falta de medidas desde que, hace un mes, fuera detenido e imputado su secretario general.
En el comunicado, argumenta que "no se ha sentido respaldada en ningún momento por el organismo superior", y "no se merece la actuación de algunos secretarios generales que anteponen intereses particulares a la problemática de esta provincia".
Lo que venían pidiendo era la dimisión de Salvador Mera, quien casualmente también acabó dimitiendo anoche, aunque asegura que no por la decisión de sus compañeros, porque ni siquiera la conocía: "Reconozco que hemos tenido alguna incomunicación. A mí tampoco me ha dado tiempo a hablar con ellos porque había tenido la mañana muy ajetreada, aunque sabía que estaban incómodos".
Una fractura en toda regla del sindicato en Cádiz, que reconocen ambas partes, y que deja en evidencia a la dirección de UGT en Andalucía, que ha volteado la versión de los propios protagonistas para hablar de unidad.
José Ginel, secretario de Comunicación de UGT-A, ha afirmado que "el resto de compañeros, lógicamente, cuando entran a formar parte de un equipo de dirección, es porque el secretario general ha contado con ellos. Si la cabeza dimite, es lógico que el resto de la estructura también dimitan". Desde hoy una gestora quedará a cargo de la dirección de UGT en cádiz.