Guadiana del Caudillo tendrá que empezar a olvidarse de Franco. Un juez ha obligado a cambiar el apellido a este pueblo, donde en cada esquina se ensalza al dictador.
Su alcalde, del PP, recurrirá porque entiende que el topónimo 'Del Caudillo' no contraviene la Ley de Memoria Histórica, ley que siempre ha despreciado, la última vez al recibir un galardón en una reciente cena de la Fundación Francisco Franco. "Mientras que esté el que os habla, respire y sea alcalde, nadie borrará la historia de Guadiana del Caudillo", declaraba Antonio Pozo, su alcalde.
Palabras en la cena de la Fundación donde también fue premiado por honrar la memoria de Franco un diputado del PP en Extremadura, Juan Antonio Morales, que se ha arrepentido de acudir a una cena en la que agradeció el premio así: "El adoctrinamiento al que se tiene sometido a los jóvenes en los centros de enseñanza, en los que se les cuenta una versión tergiversada del franquismo".
Pide perdón, pero seguirá como diputado, aunque PSOE y Podemos ya han pedido que dimita. "Si se precian como partido demócrata, lo menos que tenían que hacer era expulsarlo del Partido Popular", considera el secretario general del PSOE en Badajoz, Rafael Lemus. Por su parte, el secretario general de Podemos Extremadura, Álvaro Jaén, cree que "es una vergüenza tener a día de hoy diputados de un partido que, por cosas como esta, tenía que estar hace mucho tiempo ilegalizado".
Polémica franquista también en el pueblo alicantino Callosa de Segura, donde algunos vecinos han impedido que se retire esta gran Cruz de los Caídos, como había ordenado el alcalde socialista.
"Es la repuesta por parte de determinados grupos que vienen por la noche o en determinadas fechas a entonar algo que no se debería escuchar en las calles de un país democrático", asegura el alcalde, Fran Maciá. Un apellido, unos galardones y una cruz, en pie 41 años después del dictador Franco.